La Verdad Resulta Incómoda: El Camino Hacia la Autenticidad

El regalo más liberador que podemos darnos

El sábado pasado llevé a cabo una meditación sobre la capacidad de darnos a nosotros mismos lo que necesitamos. Durante la guía de la sesión, me encontré con una verdad reveladora: el regalo más liberador que existe para darnos es la verdad.

Por otro lado, estoy leyendo un libro espectacular: Cuando Todo se Derrumba de Pema Chödrön, y una de mis partes favoritas fue el capítulo donde explica la palabra tibetana ye tang che. La cito:

“Ye significa totalmente, completamente, y el resto de la palabra significa exhausto. En conjunto, ye tang che significa totalmente agotado; o también podríamos decir que completamente harto.”

Puedo asegurar que todos hemos estado ahí: en ese punto donde ya no queremos seguir porque estamos demasiado hartos.

Cuando la verdad nos confronta

A veces ese hartazgo surge de pelear, de convencer, de cocinar o trabajar en exceso. Otras veces, es el cansancio de intentarlo una y otra vez o de callar lo que realmente sentimos. Sin embargo, aceptar esta verdad no es fácil.Reconocer que estamos completamente agotados nos empuja a romper la estabilidad aparente de nuestra vida: trabajo, relaciones, familia. Sí, la verdad resulta incómoda, especialmente cuando hemos adoptado patrones para evitar mostrarnos vulnerables. Nos acostumbramos a callar para no molestar, a sonreír para no parecer rudos.

Sin embargo, lo más incómodo no es decir la verdad a los demás, sino a nosotros mismos.

  • ¿Cómo nos enfrentamos a nuestras propias verdades?
  • ¿Podemos mirarnos al espejo y reconocer todo lo que hemos sido y hecho?
  • ¿Estamos listos para asumir la responsabilidad de nuestras acciones?

Muchas veces, solo vemos la verdad sobre nosotros después de que alguien más la señala. Y cuando eso ocurre, la incomodidad crece. Me pregunto si el mandamiento de la iglesia católica de «no mentirás» incluía no mentirnos a nosotros mismos. Tal vez estaba implícito, pero no lo comprendemos hasta que decidimos soltarnos y dejar de vivir en la mentira.

Las mentiras que nos contamos

Las mentiras que nos decimos a veces no parecen tales. Por ejemplo, me repetí muchas veces que fui deshonesta con una persona porque se lo merecía, porque me estaba defendiendo de lo que me hizo y no se merecía la verdad. Pero en realidad, actué así porque no supe gestionar lo que me dijo. Era verdad, y no me gustó escucharla.

Decirnos la verdad no se trata de ir por la vida contándole a todo el mundo lo que sentimos y pensamos. Se trata de ser honestos con nuestro propio ser. Si fuimos deshonestos, poco leales, explosivos, erráticos, violentos, rencorosos y envidiosos, hay que admitirlo. Primero ante nosotros, y luego, si se puede y estamos listos, disculparnos.

Pero, ¿para qué tomarnos la molestia? Porque solo así podemos ser fieles a nuestra esencia, a lo que realmente somos.

Preguntas para reflexionar:

  • ¿Podemos mirarnos al espejo y decir que hemos sido completamente honestos?
  • ¿Estamos listos para vivir con la incomodidad de la verdad?

Cortar las raíces podridas: El símbolo de la transformación

Después de mucho tiempo, finalmente pude hacer que mis orquídeas vivieran. Una amiga me enseñó a reconocer las raíces podridas, esas que básicamente mueren por exceso de agua. Me mostró cómo cortarlas de tajo y plantarlas otra vez con tierra y corteza nueva.

Si nosotros fuéramos esa flor, ¿qué tendríamos que hacer?

Aceptar que hay partes de nosotros que se han podrido y nos están afectando.
Cortarlas de raíz, aunque duela.
Rodearnos de tierra fértil, hábitos, espacios y personas que nutran nuestro crecimiento.

No podemos seguir viviendo con raíces empapadas, saturadas, hartas.
Si nos parece incómoda la verdad, es porque nos hemos acostumbrado a vivir lejos de ella.

La incomodidad es el primer paso para florecer.

Conclusión

Ser honestos con nosotros mismos es el acto más valiente que podemos hacer.
Si duele, es porque hay algo que necesita ser sanado.
La verdad nos confronta, pero también nos libera.

¿Has vivido un momento en el que la verdad te resultó incómoda, pero necesaria? Cuéntamelo en los comentarios.

Miembros

No te pierdas ninguna publicación.