Querida Pau:
Ser mujer es algo maravilloso, pero que puede ser muy complejo, es por eso que te escribo esta carta con motivo del «Día de la Mujer«. En primer lugar, quiero destacar el significado de este día, aunque muchas veces se interpreta como una ocasión para felicitarnos como si ser mujer fuera una elección o un logro. En realidad, ser mujer es más bien resultado del azar, y aunque enfrentamos diversos desafíos que van desde pequeños hasta grandes logros, celebrar este día equivale a felicitar a una rana por ser rana o a un perro por ser perro.
El 8 de marzo simboliza nuestra pertenencia a un grupo que sigue luchando por la equidad de género. Conmemora una serie de eventos nefastos y violentos, como las huelgas de mujeres que se llevaron a cabo en varios países, principalmente en Europa y Estados Unidos. Uno de los incidentes más notables y trágicos fue el incendio de la fábrica Cotton en Nueva York, donde perdieron la vida 123 trabajadoras que habían iniciado una huelga para mejorar sus condiciones laborales. Desde entonces, ¿qué ha cambiado? Sin duda, las mujeres como tú y como yo somos el resultado de la lucha de aquellas que arriesgaron sus trabajos, familias e incluso sus vidas por un mundo más justo. Nosotras, como mujeres afortunadas, vivimos en países que son menos restrictivos en cuanto a la libertad femenina. Sin embargo, aún enfrentamos desafíos significativos en el ámbito profesional, donde los hombres siguen dominando en los niveles superiores. Debemos demostrar nuestra capacidad, incluso a otras mujeres, y elegir compañeros de vida que apoyen la equidad de género.
Sin embargo, la verdadera lucha se encuentra en nuestra mente y corazón. A diferencia de los hombres, nuestro rol será cuestionado constantemente, incluso por nosotras mismas. Tendremos dudas sobre tener hijos, sobre cómo se percibirá nuestro trabajo si decidimos dedicarnos a cuidarlos, o si deseamos trabajar dentro y fuera del hogar. Es importante recordar que no estás sola en esta batalla. Busca aliadas, únete a mujeres que comparten tus ideales y no dudes en alzar la voz cuando sea necesario.
Para cerrar, te insto a que, a pesar de los desafíos, no conviertas esta lucha en una batalla contra los hombres ni contra tu propia identidad. Ser mujer es maravilloso y tenemos una magia única que se potencia con la compañía adecuada. Elige cuidadosamente a quienes te rodeas y no permitas que nadie apague tu luz.
Te amo con todo mi corazón: Tu orgullosa y feminista mamá.
