Desafiar lo establecido muchas veces se ha considerado un acto de rebeldía que podía ser fuertemente castigado, sobre todo si era una mujer la que se atrevía, y fue esta causa la que condeno a muchas mujeres. Hemos olvidado el largo periodo en el que las brujas fueron perseguidas, durante más de 300 años. Sí, 300 años de persecución, ejecuciones y torturas, principalmente dirigidas hacia mujeres que se atrevían a desafiar lo establecido. Es sorprendente cómo aquellos que se apartaban de lo convencional eran considerados enemigos del status quo, incluso sin evidencia de prácticas mágicas como vuelos en escoba o calderos. Cualquier desviación de la norma se tachaba de brujería, lo que llevaba a juicios mortales basados en rumores y acusaciones infundadas.
La mayoría de los acusados, sometidos a tortura y encarcelamiento por días o meses, terminaban confesando bajo presión, perpetuando así la imagen demonizada de las brujas. Las más vulnerables eran mujeres ancianas o aquellas con poca influencia social, así como las que desafiaban las expectativas de género o belleza.
La controversia sobre si fue la iglesia o el pueblo quien creó esta imagen satánica de las brujas plantea una pregunta fundamental: ¿son las instituciones las que moldean el pensamiento colectivo o es la sociedad la que influye en las instituciones?
Personalmente, creo que el miedo a la disidencia y la búsqueda de poder fueron los motores de esta cacería. Independientemente de la veracidad de las acusaciones, cuando estos motivos impulsan a los poderosos, la verdad y la lógica quedan en segundo plano frente al temor a perder el control.
Apoyo a las brujas porque representan la resistencia y la autonomía. He presenciado cómo se atrevían a desafiar lo establecido, creando nuevas ideas y decisiones sobre sus vidas y cuerpos. Incluso he sido reconocida como una de ellas, aunque inicialmente dudé en abrazar ese título.
Es lamentable que aún hoy se menosprecien prácticas no tradicionales, atribuyéndolas a la imaginación o la debilidad mental. Respetar las diversas formas de buscar la magia en la vida es fundamental para evitar una nueva caza de brujas.
Siempre he sentido fascinación por desafiar lo establecido; las brujas representan precisamente eso: desafiar lo conocido y buscar la transformación. La capacidad humana de cuestionar y analizar el mundo es en sí misma una forma de magia.